Ismael Jesús
Posee un recorrido no menor en diversos estudios en el ámbito de las Ciencias Sociales y Humanidades. Ostenta grados académicos en ese marco; sin embargo, la inquietud por el saber no nace en el espacio formal, sino más bien, en los cuestionamientos que se ha hecho desde que tiene uso de razón.
Emprendió una significativa ruta. Desde muy niño se interesó por la Teología. La amplitud conceptual de la divinidad a lo largo y ancho del orbe, desentrañando la esencia primera de cada religión. Pero las respuestas nunca lo dejaban del todo tranquilo. De ningún modo apaciguaban su reflexivo espíritu. En base a las fisuras e incoherencia de las diversas manifestaciones teístas, se volvió apóstata. No obstante, pese a ser ateo, reconoce en la persona de Jesús al mayor revolucionario de todos los tiempos. Palabra y acto en comunión.
La divinidad, el ordenamiento político – social, la comprensión de procesos y dinámicas de interacción y su progreso a través del desarrollo evolutivo del hombre -decurso donde por cierto ha escrito bastante en diversos géneros- lo llevaron a delimitar onto – epistémicamente la existencia en los lindes de la deconstrucción. Acudir a las cosas primeras; lo esencio constitutivo que da vida y sentido a todo. Aparcó en consecuencia en la ribera de la Filosofía.
Lugar privilegiado del que deviene todo principio y saber. Espacio donde la pregunta es la protagonista en tensión con lo dado y por venir. Plural residencia paradigmática en tensión perene que edifica discursos y el lenguajear. Preocupación por el conocer las cosas que son parte de la totalidad circundante de nuestro entorno y pensar. Luminosidad que calma la angustia; respuesta a nuestra incertidumbre con explicaciones constantemente en vilo.
Pero hay algo que está por encima. Más arriba de las nubes: la Poesía. Las insuficiencias de la Filosofía siempre han hecho acudir a los filósofos a la creación desmedida de los poetas a través de los siglos. Cada filósofo de su tiempo ha tenido cercanía o interés por la literatura de algún poeta. Más trascendental aún, muchos han acabado escribiendo en sus últimos años Poesía. En este caso, Ismael Jesús atracó antes en reseñado espacio. Considera que la Poesía sin Filosofía es sensibilidad abstracta y, Filosofía sin Poesía, se trataría de una reflexión estéril.
Por ende, creación divina más reflexión privilegiada, las concibe como una relación indisoluble. De ahí su propuesta “poesófica”. Acudimos a un suceso de importancia cardinal a nivel mundial. Chile ha sacado nuevamente la voz y con más fuerza que antes en la lírica de la mano de este excelso poeósofo.