“Lo bueno y lo bello fue definido como perfección;
ideal de virtud para Aristóteles,
a lo que se inclina el hombre,
a lo que el concupiscente tiende como sabemos con Aquino;
“Metafísica de las costumbres” descompaginada,
al final todo es nada;
la ética es un estándar que busca aportar,
pero al final, superficial, un acuerdo insustancial,
olvidado; el que posee el poder dictamina,
sobre las consciencias el mensaje disemina;
lo bueno es sin dudas un valor fundamental,
pero es enlodado por lo bello, por la pauta cultural,
por lo que te enseñan a pensar”.

 

(Poemario 2, pág. 87, del “Capítulo V: Gama de colores y patriotería”)